martes, 7 de febrero de 2012

014. Salsera de alpaca.


Este objeto, salvado de un naufragio, hoy pertenece a María Ester Subiabre quien la conserva en herencia de su madre -María Aguilar- la que lo recibiera, trabajando en Ushuaia, para la familia Simoncini.

En este caso nuestro Simoncini no es otro que el titular de la firma Salvamar -Leopoldo- que por los años 50 intentó rescatar al crucero Monte Cervantes siniestrado el 22 de enero de 1930 en el faro Les Enclereus.

La pieza en cuestión lleva en las iniciales la identidad de la nave que perteneciera a la Hamburgo Sudamericana, crucero alemán que eran atendido en Argneinta por la naviera Delfino. En lengua germánica Hamburg Sudamerikanishe Dampfschiffahrt Gessellshaft.
La salsera por abajo, la salsera por arriba.

Otras piezas que adornar las repisas de nuestra amiga mantienen la identidad del menaje de aquellos elegantes navíos.

Una azucarera, fácil de identificar en su función, otro artefacto del cual habría que averiguar su uso y destino. (Yo creo que es un elemento de coctelería)
María Aguilar conocería en Ushuaia a quien sería su esposo -Eduardo Subiabre- y con ello al tiempo se mudaría a Río Grande, con estos recuerdos.
María en la foto aparece con su hijo José:

El reciente libro de Adrián Gustavo de Antueno Berisso, tan documentado en imágenes, tiene una capítulo destinado a Los objetos del Monte Cervantes; pero no hay en ella elementos como los que alberga en la calle Perito Moreno la casa de María Ester.

Los objetos presentados por de Antueno son de reciente rescate del fondo del mar, aquellos otros fueron objetinos del trabajo sobre la nave cuando no se había sumergido. Son muchos los hogares de entonces que atesoran algo del Monte Cervantes, y deben haber salido de la misma manera muchos objetos fuera de la isla.