miércoles, 22 de julio de 2015

050.- POLAROID land camera 1000.




Oscar Avellaneda suele colocar en su comercio de Lasserre y Rivadavia variados objetos que demuestran su interés de coleccionistas. Allí vimos esta cámara.
Las Polaroid marcaron un momento de transición hacia la fotografía instantánea, un prodigio que permitía capturar imágenes sin recurrir al técnico idóneo en la materia: el fotógrafo.
Su formato plástico la hacía familiar con una línea de productos propio de Kodak, las Fiesta, las Instamatic, siendo estas últimas las que incorporaron el uso de un cassette que contenía la película en blanco y negro y color, emulando en alguna medida los avances que en su momento dieron vida a las cámaras de 35  mm.
Pero una Polaroid era palabra mayor. Se alimentaba desde adelante con placas que se vendía a un alto precio en envases de diez unidades. Luego del click se hacía extraer el soporte lumínico y despojado de una cobertura práctica ya teníamos la foto, que se daba en un solo formato y sin posibilidades de hacer copia, porque era opaco y positivo, contrastando con los vigentes por mucho tiempo traslúcidos y negativos.
En la última reunión de Los Amigos de la Fotografía –esa que nos convoca en la Confitería Raca cada día 21 a la hora 21- pregunté a los concurrentes sobre su experiencias con Polaroid, y me llevé una sorpresa: los propietarios de las modernas tecnologías digitales –en buen número- tenían algo que decir de las legendarias Polaroid.


Luis Benegas, el pajarólogo, dice tener una.
Y Alfio Baldovín, Francisco, recordó todos los cuidados que habían que tener en cuando a la temperatura, que  de no acertar de ella hacia virar la foto a mil distintos tonos de verde.
Gustavo Rosso –Pericles- recordó la de cuatro objetivos, que se solía utilizar en laboratorios de foto carnet. Imprimía simultáneamente cuatro retratos, que eran los que se exigían para diversos documentos. Había que calibrar muy bien en el foque para que las cuatro fotos diferentes resultaran parecidas.
Yo recordé el uso artístico que se las fotos polaroid, para situar montajes de escena, y también que por la falta de intermediarios humanos la situaciones de carácter íntimo que solían retratar.., ingresando casi de lleno en lo que podría ser una fotografía porno/erótica de naturaleza domestico/artesanal.
En casa por derivaciones de la especificidad de mi trabajo periodístico hay miles de fotos, pero no tengo ninguna obtenida por cámara Polaroid.


La identificación del modelo que mostramos, como Camera Land, responde a quien se considera su inventor el científico norteamericano Edwin Herbert  Land.
Estos aparatos dejaron de fabricarse en el mundo en el 2008.
Mercado Libre ofrece el modelo 1000 en precios que van de los 250 a 2500 pesos, hay diversos accesorios que también están en ese mercado, pero los que escasean son los rollos, un Fují de diez placas aparece a valores de $ 330.