Y los encuentros frecuentemente más concurridos del domingo a la hora diez nos tuvieron a los dos como exclusivos progatonistas.
Sobre el fin de semana había estado en casa, y allí emprendimos un momento de reflexiones sobre lo vivido en estos largos meses de la pandemia. El desde San Rafael, donde había quedado varado con el covid 19, yo desde mi permanencia fueguina.
¡Cuántas cosas que pudimos revivir! ¡Cuántas reflexiones sobre lo vivido y lo que vendrá invadieron nuestro discurso!
Llevamos conociéndonos algo más de treinta años teniendo como punto de partida en aquel momento en que apareció por Nacional con un proyecto radial que se escondía detrás de una canción de Lito Nebbia.
Ahora hablamos de la vida y zonas aledañas. Y seguramente apareció como una tácita descripción lo que hemos crecido como personas, lo hecho y lo que nos queda por hacer.
En más de un momento apareció su Patricia y la mía. La coincidencias temporales, más de un lapsus donde no estuvimos juntos.
Hablamos de otros ausentes, como se entenderá.
Quiso la suerte que nadie viniera a ocupar en lugar en nuestra mesa. La foto lo muestra en otra ocasión donde nos reunimos a mirar fotos. Para el 91 Raúl Ortigoza era fotógrafo, y también antes cuando se realizó la Fundación Poética, en alguno de sus capítulos.
Ocupamos otrora un lugar en una mesa situada en un enclave parecido al de hoy. Entonces nos pusimos a mirar fotografías.
Hoy nos pusimos a mirarnos el alma..
Yo venía de votar, el se fue a hacerlo...