Material utilizado: madera de lenga (roble fueguino). La talla mas grande es de 20 cm. y la otra es de 17 cm.
“Fueron elaboradas en el año 1965 tal como indica en uno de los costados de las piezas, escrito con punteado sobre la madera " - 1965 - Lago Fagnano ( Tierra del Fuego)" y en la otra " Enriqueta G. de Santin".
Nos cuenta María Catalina Fava Hutt de Cobián quien nos ha remitido las imágenes que “Por esos años mi suegro -Toto Cobián- trabajaba de camionero y en muchas oportunidades les hacia la gauchada de traerlos desde el Lago hasta el pueblo, dado que eran pocos los camioneros que aceptaban transportar indios. En agradecimiento ella les regaló estas piezas y otras que son unos guanacos más pequeños”.
Los Varela tenían su campo sobre la cabecera del Lago.
“La que tuvo estas tallas hasta hace un par de años fue Niní Cobián que vive en Buenos Aires y actualmente nos pertenecen –a ella y a su esposo Marcelo Cobián-, con la condición que luego sean pasadas a mis hijos”.
A nosotros nos tocó conocer a Enriqueta quien se mostraba laboriosa en la ventana de su casa, sobre la calle San Martín, en la ciudad de Ushuaia. Pero ella era en alguna medida riograndense puesto que había nacido en campos de Estancia Viamonte el 15 de julio de 1913. Su madre era de origen Haush, cazadores recolectores del oriente fueguino, y se llamaba Kusanche, aunque luego fue registrada como María Felisa Cusanchi, siendo su padre un vasco: Ramón Gastelumendi.
Contaba de su existencia desgraciada, como que el mismo marido de su madre la tomó por mujer a los 13 años –Jesús Varela- y de allí sus nueve hijos.
Tal vez esta situación promovida por la madre no era más una que respuesta a la tradicional bigamia de los antiguos fueguinos.
De joven buscó entretenerse tallando animales de la zona en madera de lenga, utilizando las herramientas que encontraba a su alcance.
“Nunca entendió por qué la gente compraba sus "trabajitos". Decía que era un milagro que la Virgen había hecho con ella para salvarla porque su vida con mi viejo era de mucho sufrimiento y todas las mañanas se levantaba con ganas de tirarse al agua para morir, pero al ver las formas en las ramas y palos de la orilla, se le ocurrían cosas para tallar. Sus primeras herramientas se las construyó con zuncho de cajones y con chapas de las latas. Cuando papá le descubría las tallas se las quemaba, eso la entristecía pero se las ingeniaba para seguir tallando a escondidas.”. Ha relatado su hija Esther.
Hoy ya fallecida el 29 de agosto de 2004 en la Ushuaia que la adoptó, su nombre es recordado en la biblioteca de la Escuela 9, y en la Casa de la Cultura Municipal de la capital fueguina.
Sus trabajos se encuentran dispersos en el mundo puesto que eran comprados por turistas. Muchos vecinos se quejaban que una talla que llevaba meses haciendo por encargo, repentinamente desaparecía puesto que se había presentado un inesperado comprador. No obstante ello hay quien ha tratado de ir consiguiendo un muestrario más variado de todas sus realizaciones.
Las figuras aquí expuestas representan al hombre y la mujer selknam, cazadores recolectores de la Isla Grande de la Tierra del Fuego también conocidos como onas.
Su labor y estilo no ha encontrado discípulos.
Muy bueno...gracias por compartirlo !!
ResponderEliminarNo conocia su historia. Gracias!!!
ResponderEliminarGracias Mingo, leerte da el mismo placer que cruzarte en algún rincón de la ciudad. ¡Abrazo!
ResponderEliminarMon frère a travaillé à ushuaia vers les années 65 avec son fils appelé Suso,et Henriqueta lui a donné deux têtes d'indiens, très très belles. A la mort de mon frère je les gardées précieusement. Merci l'artiste !!!
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