Y le da una alta significación puesto que el mortero, para la gente de su profesión, es ícono de las llamadas recetas magistrales, sustancia alquímica del oficio.
“Cuando comencé a excavar en mi terreno para plantar mis primeros árboles me llevé una sorpresa puesto que en una excavación, cercana al metro y medio, tropecé con un obstáculo duro. Las herramientas trabajaron contra una piedra, y hubo que esquivar su contorno, cuando ahondamos la sorpresa fue grande, la piedra tenía forma esférica, y al darla vuelta una concavidad. Además apareció el pilar, hecho de la misma piedra, sin poder evitar su rotura puesto que no sabía con que elemento estaba tratando”.
El mortero, de factura indígena, no se corresponde con los usos y costumbres de la gente del lugar, y la explicación plausible está dada por el uso de materiales de relleno de los más diversos orígenes que se usaron para nivelar este sector de urbanización que se conoce con el nombre de AGP, Administración Nacional de Puertos, aunque hoy por ya no sea de incumbencia de esa entidad.
Alguien no advirtió lo que estaba perdiendo, o lo desvalorizó, o le resultó incómodo en una mudanza puesto que el mortero tiene su peso.
Patricia Cajal usa la metáfora "tierra de relleno" para hacer referencia al carácter aluvional de nuestra población, que no termina de asentarse en el lugar. En ete caso la "tierra del relleno" vino cargada de sorpresas.
Se ha dicho en wikipedia que “Los buenos morteros deben ser pesados o de materiales resistentes, para soportar los golpes prolongados y poder así reducir a polvo las sustancias. El mortero no puede ser frágil ya que se rompería durante la operación de pulverizado. El material debe ser también cohesivo para que no se desgaste su superficie y se mezcle con los ingredientes. En los tiempos antiguos la existencia de residuos abrasivos empleados en la molienda de cereales hacía que existieran accidentes en los dientes. A veces conviene que se elaboren de materiales no-porosos para que no absorban parte de los aromas de las sustancias a machacar. En la preparación de los alimentos, un material que no sea "liso" en la superficie interior del mortero puede hacer que altere las propiedades organolépticas de un ingrediente que se desea pulverizar al interactuar con sabores y aromas de otras sustancias previamente molidas; en este tipo de aplicaciones se elige siempre un material que sea capaz de ser lavado perfectamente, eliminando la existencia de ingredientes pasados”.
El motero de Raúl se ve como un buen mortero.
Aborígenes de la región central de Argentina utilizaban excavaciones producidas en la misma roca para realizar allí su molienda tradicional, la del maíz.
En Mercado Libre encontramos en oferta este otro mortero, valuado en $ 900, y donde se ha colocado un apisonador de madera.
(*) La publicación del Mortero en este Museo sirvió para aclarar una situación de origen de Domínguez, a quien muchos suponíamos como cordobés. Pero mendocino, y Córdoba le ha dado tres títulos: farmacéutico, bioquímico y marido.
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