Santiago José Politano nos muestra su joyita de colección: el gramófono que fabricara hace más de un siglo Tomás Alba Edison.
Desprovisto de su bocina se aprecia el cilindro que permitía el registro de la voz, sobre una superficie de estaño.
Santiago nos trajo un grabador más contemporaneo, como para apreciar el tamaño de este artefacto pionero. Su grabador a cassettes fue adquirido por su madre al filo de los setenta.
Nos ilustramos sobre los orígenes de este artefacto:
El fonógrafo fue uno de los primeros aparatos inventados para el
registro y reproducción del sonido. Elaborado en 1877 por Edison, está
constituido por un cilindro de metal recubierto por papel de estaño,
sobre el cual se apoya una sutil punta de acero colocada en el centro
del diafragma. Si se habla delante del diafragma, la energía sonora de
la voz la hace vibrar y transmite las vibraciones a una aguja de acero.
La aguja traza sobre el estaño un surco continuo helicoidal, que
contiene todos los caracteres distintivos del sonido inicialmente
producido delante del diafragma: la intensidad se refleja en la
profundidad del surco, la altura en el número de incisiones por unidad
de longitud y el timbre en la forma del surco. Las grabaciones del
cilindro, puesto en movimiento de la forma adecuada una vez terminado el
registro, inducen vibraciones sobre la aguja que, a su vez, las
transmite al diafragma reproduciendo el sonido registrado. En la imagen,
uno de los fonógrafos portátiles producidos por Edison.
Ls marcas empresariales aparecen registradas en una placa inserta sobre la madera del fonógrafo.
Y ciento fileteado, presentado como marca, tiene cierta analogía a lo que podría ser la firma del gran inventor.
Mientras que aquí "la lectora" se presenta en uno de los extremos del brillante cilindro.
Ya al final dejo mi grabadora digital, al lado de lo que sería, con estuche y todo, su ilustre tatarabuela.
Un aporte movedizo sobre este singular aparato.
Felicitaciones por tan singular e interesante blog!
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