En tiempos de la calefacción a leña la obtención de la misma era fundamental para abastecernos en las distintas épocas del año.
Su trozado era una tarea fundamental y a veces cotidiana, aunque en el ámbito urbano hubieron personas que cortaban leña a domicilio alivianando la tarea del vecindario y viviendo de eso.
La carretilla era el complemento necesario para llevar los tacos productos de ese corte. Era generalmente artesanal, construida de tablas. La rueda misma no era neumática.
En un recinto contiguo a la cocina, del lado externo, se iba guardando para que el secado se alcanzara y la leña no ardiera con mucho humo.
Para el caso colocamos este ejemplo de lo rural, en Estancia San Pablo, con Marcial Fermín Gutiérrez como instructor guía de lo que podría ser un museo de sitio.
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